Las pensiones españolas sufrirán en el próximo medio siglo la devaluación más severa de entre todas las de la Unión Europea, según el Libro Azul de las pensiones que elabora periódicamente la Federación Europea de Aseguradoras, Insurance Europe. Según su análisis, si los jubilados de nuestro país cobran hoy el 80% de lo que percibían en los últimos años de su trayectoria laboral, en ese futuro a medio plazo apenas recibirán el 50%.
Es lo que se denomina como tasa de reemplazo -hace referencia a la proporción de la cuantía de la pensión sobre el salario cobrado con anterioridad-, y que en España sufrirá una caída de 30 puntos, la más abultada entre los Veintisiete. ¿Por qué? Fácil: el punto de partida. Esa tasa de reemplazo del 80% es, a su vez, la más alta de toda Europa. Nuestros nuevos jubilados se están retirando con una pensión mensual en el entorno de los 1.300 euros, ni mucho menos la cuantía más elevada en el seno del continente, pero sí la de mayor proporción respecto al salario que percibían como trabajadores.
Esa tasa, tal y como manifestó esta semana en el Congreso el presidente de la Autoridad Fiscal AIReF, José Luis Escrivá, ha logrado estabilizarse después de haber registrado un vertiginoso incremento a lo largo de la última década (basta comprobar que la pensión media de jubilación, en los 1.054 euros, era 250 euros mensuales inferior hace solo diez años. Y después de la subida, viene la bajada, que comenzará en breve y será abrupta. Por efecto de las reformas de 2011 y 2013 (con prolongación de la edad de jubilación, coto a las revalorizaciones excesivas y otras medidas) y la inflación, la pérdida de poder adquisitivo es cuestión de tiempo.
Si bien esta es una previsión del sector asegurador europeo, muchos otros estudios dan por sentado que la devaluación de la pensión será un hecho en España y en toda Europa. Habrá que ver, aún así, si es de la intensidad que prevé Insurance Europe, que coloca a Portugal como segundo país más desfavorecido en este sentido y a Grecia como tercero.
Respecto al gasto público en la partida de pensiones, el sector asegurador es algo más optimista que otras fuentes, y consideran que España deberá dedicar en 2060 el 14% de su PIB a este capítulo. Dentro de nuestro país, la AIReF cree que si se cumple el escenario "pesimista" de despoblación y envejecimiento, habrá que dedicar el 19%; y Fedea habla del 17,4%.
"Europa se enfrenta a un desafío sin precedentes, ya que menos trabajadores y más jubilados ponen una enorme presión sobre los sistemas estatales de pensiones", advierte la patronal europea del Seguro, insistiendo en que los políticos "deben hacer que los sistemas sean sostenibles, alentar a la gente a ahorrar más y eliminar obstáculos regulatorios para no perjudicar la inversión a largo plazo".